El profesor de geografía de la Universidad de Kentucky, John All, recogía muestras cuando cayó unos 20 metros por una grieta cubierta por la nieve recién caída.
El hombre se rompió varias costillas y un brazo, pero sabía que su única salida era moverse. Lo hizo a pesar de que durante la caída se golpeó en la cara y en la espalda.
"Mi cara golpeó una de las paredes, la espalda y el estómago se golpearon con la pared y caí rebotando".
John All contó a los medios cómo se arrastró ayudándose con su 'piolet' con el riesgo de volver a caer otros 100 metros.