4.000 millones de personas en el mundo carecen de protección social

EUROPA PRESS 30/11/2017 14:58

Conforme explica la OIT, la protección o seguridad social "es un derecho humano definido como un conjunto de políticas y programas diseñados para reducir y prevenir la pobreza y la vulnerabilidad en todo el ciclo de vida" y abarca desde beneficios familiares y por hijo a cargo y las prestaciones de maternidad hasta la cobertura de enfermedades y accidentes de trabajo o las pensiones en la vejez.

Sobre la infancia, el informe revela que sólo 35 por ciento de los niños del mundo se beneficia de un acceso efectivo a la protección social. A nivel mundial, casi dos terceras partes de los niños, 1.300 millones, no están cubiertos y la mayoría de ellos viven en África y Asia.

"En promedio, sólo el 1,1 por ciento del PIB es destinado a las prestaciones familiares y para los niños entre 0 y 14 años, lo cual pone en evidencia que la inversión en los niños es significativamente insuficiente", destaca la OIT.

Añade que si bien las transferencias monetarias para los niños se han extendido en los países de medios y bajos ingresos a lo largo de las últimas décadas, "los niveles de cobertura y de prestaciones sigue siendo insuficiente". "Diversos países incluso han reducido la protección social de los niños como consecuencia de las políticas de consolidación fiscal", afirma.

EL 80% DE LOS PARADOS NO COBRA DESEMPLEO

En cuanto a la protección social para las mujeres y los hombres en edad de trabajar, señala que sigue siendo limitada, pues sólo un 41,1 por ciento de las madres de recién nacidos perciben una prestación por maternidad, y 83 millones de las nuevas madres no tienen cobertura. Además, sólo 21,8 por ciento de los trabajadores desempleados se beneficia de prestaciones de desempleo, mientras que 152 millones están sin cobertura. Siete de cada diez personas con discapacidad severa tampoco cuentan con prestación alguna.

Por otra parte, la investigación indica que, a nivel mundial,*el 68 por ciento de las personas que superan la edad de jubilación reciben una pensión de vejez, lo cual está asociado con la expansión de las pensiones contributivas y no contributivas en numerosos países de medios y bajos ingresos.

En promedio y con grandes variaciones regionales, el gasto en pensiones y otras prestaciones para los adultos mayores representa 6,9 por ciento del PIB aunque el nivel de prestaciones "es con frecuencia demasiado bajo e inadecuado para permitir que los adultos mayores salgan de la pobreza", en una tendencia que "suele estar incentivada por las medidas de austeridad".

EL 56% DEL MUNDO NO TIENE COBERTURA SANITARIA

El informe destaca asimismo un capítulo sobre el derecho a la salud, que "todavía no es una realidad en muchas regiones del mundo" y en especial, en las zonas rurales: El 56% de la población carece de cobertura frente al 22% que está fuera del sistema en las ciudades. "Se calcula que*serán necesarios otros 10 millones de trabajadores de la salud a fin de alcanzar la cobertura universal de la salud y garantizar la seguridad de la población", dice el trabajo.

En la misma línea, indica que los cuidados de larga duración siguen excluyendo a más de 48 por ciento de la población mundial y las mujeres "resultan desproporcionadamente afectadas": Sólo 5,6 por ciento de la población mundial vive en países que ofrecen una cobertura de los cuidados de larga duración para toda la población en base a la legislación nacional.

Como consecuencia, se estima que unos 57 millones de trabajadores "voluntarios" no remunerados dispensan la gran parte de los cuidados de larga duración. Principalmente mujeres que llevan la mayor parte del peso del cuidado informal de los familiares.

Para la OIT, la protección social universal contribuye a erradicar la pobreza, reducir las desigualdades, promover el crecimiento económico y la justicia social, así como a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) y por ello, destaca la necesidad de extender la protección social a los trabajadores de la economía informal como una manera de formalizar su actividad y mejorar sus condiciones de trabajo.

"Sin embargo, los recortes de austeridad a corto plazo van en contra de los esfuerzos de desarrollo a largo plazo. Los ajustes de consolidación fiscal tienen importantes repercusiones sociales negativas y comprometen la realización de los ODS", señala Isabel Ortiz, Directora del Departamento de Protección Social de la OIT.

En este sentido, el informe recomienda aumentar el gasto público destinado a la protección social a fin de extender la cobertura de la protección social, sobre todo en África, Asia y en los Estados Árabes, para garantizar al menos un piso de protección social básico para todos.

"Hasta los países más pobres tienen espacio fiscal para extender la protección social. Los gobiernos deben explorar activamente todas las opciones de financiación posibles para lograr los ODS y el desarrollo nacional a través del empleo decente y la protección social", añade Ortiz.