La tripulación advirtió pro megofonía la necesidad de un médico cuando se encontraron que uno de los pasajeros estaba inconsciente y echando espuma por la boca. Fue en ese momento cuando el Doctor Yu apareció y pidió a la tripulación una toalla y una cuchara. Mientras sus primeras herramientas llegaban, el médico sacó con sus propios dedos el vómito de la boca del pasajero para evitar así que se ahogase.
Con la toalla sujetó la cuchara dentro de la boca del ‘paciente’, para que así no se mordiera la boca. Aunque pidió agujas, la tripulación no pudo facilitárselas, así que con unos mondadientes, el doctor Yu realizó acupuntura para apretar algunos puntos que le ayudarían a relajarse.
Después de cinco minutos, el pasajero recobró el conocimiento. Sin embargo, en cuanto el avión aterrizó en el aeropuerto de Urumqi, el hombre fue atendido por unos paramédicos. Según confirma el diario ‘Telegraph’, el pasajero ya habría sufrido ataques de epilepsia en el pasado, aunque no se administraba ningún tipo de tratamiento.