Matthew Higham, de Manchester (Reino Unido) golpeó a su hija Florence hasta la muerte mientras su madre estaba visitando a un amigo enfermo. Aunque fue trasladada rápidamente hasta un hospital cercano, falleció media hora después de su ingreso, como informa Metro.
La autopsia ha revelado que falleció después de recibir numerosos golpes que le provocaron fracturas de cráneo y costillas, además de lesiones en la cara, daños graves cerebrales y en órganos como el hígado.
El historial de Higham es largo debido a su consumo de alcohol y sustancias estupefacientes, motivo por el cual le retiraron la guardia y custodia de otro hijo que tenía con una pareja anterior. Además, había sido detenido y tenía una orden de alejamiento después de propinar un cabezazo a una chica.
Un día antes de su fallecimiento, los trabajadores sociales pusieron medidas para proteger la integridad de la menor. Ahora, Higham cumple cadena perpetua por la muerte de su hija.