Aunque inicialmente dijo que su bebé, de 4 meses de edad, se había caído de la cama, fue él mismo quien terminó por confesar ante los agentes de la policía lo que había hecho: golpeó repetidamente a su pequeña, Victoria, porque no paraba de llorar. Tal fue su crueldad y su brutalidad que Joseph George Gazzam, residente en el condado de Allegheny, Pensilvania, EEUU, la golpeó hasta acabar con su vida.
Tras darse cuenta de que su hija quedó inconsciente, llamó a Emergencias y la niña fue trasladada inmediatamente al hospital St. Clair, donde no pudieron sino confirmar poco después su muerte.
La autopsia reveló que la pequeña tenía múltiples moratones y huesos fracturados, entre otras terribles lesiones, algo que motivó que Gazzam cambiase la versión y admitiese los hechos, tal y como informa el diario británico, Metro.
Según los exámenes médicos, la muerte de ésta se produjo sin duda por homicidio.
Ahora, Gazzam, de 30 años, habrá de ser juzgado en los tribunales con todo el peso de la ley.