La historia de una maestra se vuelve viral al aprobar a una alumna que no sabía nada

Noticias Cuatro 14/04/2016 14:42

Lucía Gorricho, profesora de Geografía, ha contado en su blog, que le dieron la responsabilidad de evaluar a una niña, que debería repetir el curso si no aprobaba su asignatura.

La docente, ha explicado que el director le explicó que el nivel académico de la estudiante era bajo, pero que se esforzaba mucho para venir a la escuela.

Gorricho no conocía a la niña por lo que eligió preguntarle por los contenidos que había aprendido en Geografía el curso anterior. La estudiante le dijo a la profesora que no se acordaba de ninguno, al no poder estudiar porque no tenía libros ni cuadernos.

En ese momento, la profesora decidió cambiar de rumbo su evaluación y le preguntó: "¿De las frutillas sabés algo?. Abrió los ojos enormes. Si, me dijo."

La docente describió así su prueba.

Entonces sobre la hoja de carpeta que ella misma me dio escribí:

"Evaluación de Geografía / Fecha: 07/04/16 / Año: 2º / Estudiante: G.C

1) Describir una actividad económica

y ella preguntó:

-¿Puedo escribir también sobre Bolivia? Porque yo soy Boliviana.

-Si claro, le dije. Entonces agregué:

2) Mencionar los aspectos más importantes del algún país latinoamericano.

A las dos horas me entregó 3 hojas escritas de ambos lados con letra clara y prolija.

La mujer ha contado con lujo de detalles el entusiasmo que la inundó al ver cómo la niña respondió en tres folios a sus preguntas.

Hacía tiempo que no corregía una evaluación con tanto entusiasmo. Todo el relato de esta nena de 14 años aportó sin duda, a mi formación como geógrafa y como docente. Comparto el desarrollo de la evaluación porque creo que no pueden quedar estos contenidos sólo en mí.

Corregí las faltas de ortografía y agregué algunos signos de puntuación para facilitar la lectura.

1) En la frutilla trabajan aproximadamente 200 personas que cosechan la fruta, limpian el campo, sacan las hojas, sacan la maleza, tienen que carpir. Ahora pagan más que antes aún mejor, pagan todo lo que hacen si carpean, limpian la cunita, etc. Algunos niños trabajan ahí aproximadamente de la edad de 13 años para arriba y algunas embarazadas también pero no hacen tanto esfuerzo o si no, no trabajan. Eso depende de ellas. A veces lo hacen para ayudar a sus maridos. Algunos de ahí, bueno casi todos, son juntados.

Casi todos los bolivianos trabajan en el campo y siempre llegan cansados y que no le toman importancia a los hijos que nunca le preguntan nada qué cómo estás o algún problema en la escuela.

Las frutilla se cosecha en cunitas en un carrito y un balde. El balde es para descartable y la cunita es para armar caja. Eso se llama embalada. A mí me gusta embalar y armar cajas y claro a la frutilla se le pone esa cosa rara en las plantas. Las riegan con un tubo que está debajo del plástico. Lo ponen los tractores."

La singular prueba fue colgada íntegramente por Lucía Gorricho que fotografió los folios que escribió la niña.

"Las cajas con frutilla y las cunitas con frutilla descartable se lo lleva un tractor que viene a las 12:15 o cerca aproximadamente y a la tarde también.

Los bolivianos pueden soportar más el campo que los argentinos porque los bolivianos tienen el trabajo más pesado y los argentinos están en las oficinas o será porque ellos si pudieron estudiar? Yo pregunto en mi casa porque no estudian porque no hay tiempo es la misma respuesta que me dan todos los días.

Ya que la frutilla es una empresa a nosotros nos dan techo, agua potable, luz menos gas. Pero claro a veces nos quitan un poco de plata para ayudar en las pagas. Para que los padres se vayan tranquilos a trabajar hay una guardería que los cuidan. Ahí les dan desayuno, comida y merienda y hay reuniones para levantar la basura. Porque además de levantar la basura de su casa, tienen que levantar la basura del patio o del suelo del baño y sino están presentes, tienen que pagar 5 pesos por cada día que falten."

La respuestas valieron para que la niña superara la asignatura de Geografía y cuando terminó la profesora la abrazó y le pidió permiso para compartir su texto en internet.