Liz Joice, de 36 años y diagnosticada con cáncer de columna vertebral, sacrificó su vida por el nacimiento de su hija, tal y como publica Mirror.
La joven hizo caso omiso a las recomendaciones de los médicos y se negó a la operación para que así pudiera nacer su hija Lily.
Esta extraordinaria historia ha sido objeto de un documental de 40 semanas por el director Christopher Henze. Filmó más de 60 horas de la pareja desde que se enteran que van a ser padres hasta que nace la pequeña Lily.
Gracias al documental, algunos de los momentos recogidos han sido utilizados para crear una app educativa con la voz de Liz para que Lily pueda aprender y crecer junto a la voz de su madre.
La aplicación ayuda a la pequeña a reconocer los diferentes alimentos. hay también una canción sobre la limpieza quese grabó después de que Liz derramara accidentalmente un frasco de salsa de tomate en la cámara del rodaje.
En el documental, Liz dice estas palabras días antes de dar a luz: “No va a haber nada más increíble que esto en mi vida”. "Independientemente de lo que me suceda, gracias a esto voy a estar siempre contigo, no quiero que esto sea difícil para ti”.
Lily nació por cesárea de forma prematura, a las 34 semanas. Ahora crece junto a su padre Max y junto a la voz de quien le regaló la vida, su madre.