Yasmina, una estudiante británica de 25 años con graves problemas de salud, muere en el hospital tras conocer la noticia del fallecimiento de su amiga. Ambas sufrían fibrosis quística, pero lo que mató a Yasmina fue una arritmia tras enterarse del fatal desenlace de su mejor amiga.
Las dos jóvenes se conocían desde hacia dos años a través del hospital de Londres en el que recibían tratamiento por fibrosis quística, según informó el diario 'The Telegraph'.
Portia Jones, la primera fallecida, solo tenía 23 años, se acababa de casar, y estaba a la espera de recibir un doble transplante de pulmones. Las dos amigas estaban fuertemente unidas, incluso hacían planes como acudir a un festival de música e incluso un futuro viaje al caribe. Lo que les unió tanto fue la incansable lucha contra la grave enfermedad que las dos sufrían. Se apoyaban mutuamente en cada recaída y se ayudaban a levantarse, hasta que la semana pasada, Jones no consiguió sobrevivir.
La fibrosis quística afecta los órganos internos, especialmente los pulmones y el sistema digestivo, por la obstrucción de las mucosas. Los pacientes tienen dificultades para respirar y digerir los alimentos. Yasmina además, sufría desde pequeña una enfermedad cardiaca heredada de su madre, conocida como 'cardiomiopatía dilatada'. La gente que sufre esta enfermedad tiene las paredes del musculo tan finas que impiden al corazón bombear eficientemente.
Pero la muerte de Yasmina Sugliano no se produjo por la fibrosis quística, sino que literalmente, "se le rompió el corazón", según contó su madre. Pocas horas después de recibir la noticia de la muerte de Portia, el disgusto provocó en Yasmina un latido irregular e incostante, una peligrosa arritmia que en su débil corazón, provocó la muerte esa misma madrugada.