La detención se ha producido gracias a la llamada anónima al 091 de un hombre que aseguraba haber entrado a robar en casa del detenido y que "se veía en la obligación" de entregar las cintas que encontró, según ha explicado la Policía, que ha recordado en su cuenta de Twitter que el ladrón "no es un ejemplo".
"He tenido la desgracia de que han caído las cintas en mis manos y me veo en la obligación de presentarlas dejando que ustedes hagan su trabajo y puedan meter a ese... en la cárcel de por vida", declaraba el acusador, que dejó las cintas bajo un coche con un mensaje para la Policía.
Los agentes reconocieron en las cintas al presunto agresor sexual, que trabajaba como entrenador de fútbol en unas instalaciones deportivas, y cuya estrategia consistía en granjearse la confianza de los menores para incitarles a ver vídeos pornográficos, para luego abusar de ellos.
El detenido había denunciado días antes el robo de varios pequeños electrodomésticos en su domicilio, pero no de la cámara y de las cintas de vídeo entregadas a la Policía, presumiblemente, por el autor del robo.