Los 600 vecinos de la isla canaria de La Graciosa se han manifestado hoy en contra del cierre de la única sucursal bancaria que hay en la isla. Con sus gorros típicos, los gracioseros, se han plantado frente dicha oficina para exigir que la mantengan abierta. El cierre forma parte de una operación de Bankia que planea cerrar para siempre medio centenar de oficinas en Canarias. Lo hacen, según dicen, para cumplir con el plan de saneamiento impuesto por la Unión Europea. Aunque el banco dice que está estudiando soluciones. Si les cierran el banco, tendrán que ir a Lanzarote para cualquier gestión, lo que supone coger un ferry y un autobús. O sea, 15 euros y 2 horas de viaje, que no todos se pueden permitir.