El niño dominicano Joel de la Rosa, de dos años, nació con una malformación en los vasos linfáticos que podía agravarse a medida que fuera creciendo.
La malformación provocaba una inflamación permanente en el lado izquierdo de la cara del pequeño y aunque ya ha sido operado con éxito, el niño tendrá que ser operado en los próximos cuatro o cinco meses, antes de quedar totalmente curado, según ha publicado el portal NewsTimes.
El médico Alejandro Berenstein que operó al pequeño ha asegurado que la intervención era imprescindible, por los riesgos de infección, además de los problemas psicológicos que puede traer la deformación en el rostro.
"Si no se hace nada, la inflamación aumenta, se puede infectar frecuentemente, lo que puede traer muchos problemas médicos y además vivir con una deformidad como esta puede ser bastante traumático para un niño", dijo Berenstein. "Existe un factor psicológico muy importante".
Los padres del pequeño, los dominicanos Ramona Rosado y José Manuel de la Rosa, lograron el apoyo de la ONG Healing the Children, que trasladó al niño a EEUU en agosto de 2012.
El hospital Roosevelt fue el centro elegido, porque está especializado en el tratamiento de malformaciones linfáticas y porque accedió a hacer la operación gratis.