Jennifer Berry al parecer ocultó los últimos meses de su embarazo a sus familiares cercanos a los que dijo que había sufrido un aborto, según ha publicado el NewYork Times.
Sin embargo, después de un interrogatorio la mujer admitió a la policía que había dado a luz en la ducha del piso de su novio en el barrio neoyorquino de Bronx, aunque dijo que el bebé estaba muerto.
La mujer del conserje encontró poco después de las 14.30 del pasado lunes el cuerpo sin vida del bebé con el cordón umbilical. Avisó a la policía y comenzaron las pesquizas que terminaron en el piso del novio de Jennifer Berry.
El hombre, por su parte, explicó que ignoraba que ella estuviera embarazada.
La autopsia ha revelado que el bebé murió de múltiples traumatismos contundentes a consecuencia de la caída.
El jefe de los forenses de Nueva York, Barbara Sampson, ha asegurado que la muerte fue un homicidio, porque el niño estaba vivo cuando fue arrojado