Ha sucedido en Barcelona, y no es la primera vez. Los jabalíes se acercan a una papelera y son capaces de tumbarla a golpes con las patas para conseguir restos de comida. Y los contenedores tampoco se les resisten. Así que visto lo visto, el ayuntamiento les ha puesto las cosas un poco más difíciles. En los contenedores han instalado barras antivuelco como estas y con adhesivos piden que no se dejen las bolsas de basura fuera. Cuando llega el buen tiempo se dejan ver por la parte alta de Barcelona. Los vecinos están más que acostumbrados a verlos corretear y algunos hasta les dan comida. Se calcula que hay cerca de mil en la montaña de Collserola y ya ven que algunos se lanzan a la aventura para llevarse algo a la boca.