“Torres se aprovechó de Urdangarin para subir los precios de Nóos”

cuatro.com 19/12/2011 18:51

Los empleados del Instituto Nóos han contado por primera vez cómo era su trabajo para el duque de Palma Iñaki Urdangarin y su socio Diego Torres, en declaraciones a la revista Vanity Fair y en donde aseguran que "ambos se necesitaban".

“Urdangarin y Torres se aprovecharon el uno del otro. Urdangarin necesitaba un maestro. Quería crecer profesionalmente y dejar de ser considerado el marido de la infanta Cristina. Torres, por su parte, vio que con Urdangarín podría conseguir más clientes y cobrar más”. Así lo revelan, en un reportaje publicado en el número 41 de la revista mensual Vanity Fair, varios de los empleados del duque de Palma y su socio en el Instituto Nóos, donde hablan por primera vez públicamente de su trabajo en la asociación.

Según explican los trabajadores, Diego Torres, “un hombre inteligentísimo pero cuya incapacidad para confiar en los demás le había impedido triunfar profesionalmente”, creó el Instituto Nóos en 1999 para conseguir subvenciones de la Administración, pero no logró que el proyecto despegase hasta que se asoció con el duque de Palma.

“Torres era estricto y desconfiado. Tenía un concepto de lealtad a la italiana”, cuentan sus trabajadores, quienes aseguran, por el contrario, que el duque de Palma contrarrestaba el lado más duro de su socio con “sencillez y humildad”. “Iñaki Urdangarin sólo quería trabajar”, añaden.

Los empleados del Instituto, que aseguran que nunca vieron “nada raro” en las diferentes sedes que tuvo la asociación sin ánimo de lucro, explican.

No por menos de 100.000 euros

Además Torres y Urdangarin tenían una regla, según la cual con las grandes empresas no hacían trabajos por menos de 100.000 euros. Explican, según revela Vanity Fair, cómo se lograron algunos acuerdos hoy investigados por la Justicia, como el de los congresos Valencia Summit con la Generalitat presidida entonces por Francisco Camps.

El gobierno valenciano recurrió a Nóos en 2004, tras la adjudicación de la Copa del América, para que creara una red de patrocinio que involucrase a las empresas de la región en el evento. Nóos se reunió en tres ocasiones, en Valencia y Suiza, con AMC (los organizadores del evento) y con los responsables valencianos. Y aunque finalmente el proyecto no salió adelante y el Instituto del duque de Palma no cobró por sus servicios, aquella colaboración sirvió como germen para los contratos que la Generalitat le adjudicó después por 3,7 millones de euros.

El lema de Torres era “estandarizar y simplificar”

Los ex consultores de Nóos defienden también la calidad de los trabajos realizados por el Instituto, que se cuestionan hoy por estar sobrevalorados e incluso copiados de Internet. “Torres prefería hacer informes de sólo 20 páginas que rellenarlos de paja hasta las 150”, explica el consultor Xavier Agulló, que trabajó en el Instituto con Torres y Urdangarin. Según detalla, la obsesión de Torres era lograr “estandarizar y simplificar” aquellos informes “para crear modelos que vender después, con mínimos cambios, a diferentes clientes”.