La parroquia de los Santos Inocentes en la calle Embajadores de Madrid, albergará este primer aula piloto, que comenzará a funcionar el próximo 1 de octubre. Otras veinte parroquias de España y Latinoamérica han mostrado interés en ofrecer este programa en sus instalaciones.
El coste de un aula informática oscila entre los 10.000 y los 25.000 euros, según su dotación y ubicación física. Así, cuando el CARF recibe las donaciones de las empresas y reúne el presupuesto preestablecido para un proyecto de este programa, instala el aula.
"Se trata de aulas informáticas que permiten aprender experimentando en áreas de conocimiento tales como la realidad virtual, videojuegos, robótica, impresión 3D, app para móviles o drones", ha explicado el director de promoción y desarrollo de CARF, Edgardo Calvente.
Estas aulas, según añade, se montan en espacios cedidos para tal fin, como por ejemplo salones parroquiales de zonas desfavorecidas con jóvenes desempleados. Cada tema de especialidad tiene un experto que lo dirige.
CARF se apoya en el programa DONO para recibir apoyo de empresas tecnológicas como por ejemplo la utilización de Classroom de Google para el soporte virtual de los temas de aprendizaje y la interacción de los participantes de diversos proyectos.
Además de capacitar laboralmente a los jóvenes para los trabajos que han surgido con la revolución digital, Calvente destaca que este programa también "acercará" a los jóvenes "a las parroquias".