"Ellos quieren estar conmigo, se los están llevando a la fuerza..." le gritaba la madre a los agentes que la retenían mientras a sus hijos, un adolescente de 14 años y dos gemelos de 10, se los llevaban fuertemente protegidos en una furgoneta.
La mujer, separada, decidió en junio de 2010 abandonar México, donde había vivido la familia, para volver a España con los menores. De este modo incumplió el régimen de visitas del padre impuesto por la justicia de aquel país.
El padre denunció la situación y reclamaba desde entonces que sus hijos vivieran con él en México. De hecho, ella tenía la obligación de contar con un consentimiento paterno si quería viajar fuera de México con los menores.
Cuando llevaba dos meses en España, comunicó a la justicia mexicana que establecía su residencia en España.
Tras una larga batalla, hace unos días la Guardia Civil se presentó en su casa para llevarse a los menores pero la presión vecinal lo impidió. El abogado de la mujer alegó además que los chicos habían sufrido un ataque de ansiedad muy fuerte al saber que iban a por ellos para mandarlos a México.
Hoy la mujer no ha podido evitarlo y mientras ella era presa de un ataque de nervios, los agentes de la Guardia Civil se han llevado a los tres hermanos con su padre.