Así, ha señalado que "todos los números, entre el 0 y el 9, tienen la misma probabilidad de salir en cada bombo del sorteo, por lo tanto, cualquier número entre el 00000 al 99999 tiene la misma probabilidad de ser 'El Gordo'".
En este sentido, ha advertido de que "las afirmaciones populares de que hay números más bonitos o feos, no tienen ninguna validez matemática, y todos son igual de probables en este sorteo". De Diego ha señalado a Europa Press que "puede salir el 11.111 con la misma probabilidad que el 26.987".
En cuanto a la posibilidad de que a un comprador le toque el máximo premio de la Lotería, el matemático explica que, cuando se tira un dado, la probabilidad de que salga uno de los números es una entre seis (un sexto), de manera que, para este sorteo es lo mismo, pero en este caso el "dado" tendría 100.000 caras.
Por tanto, la probabilidad de que una persona tenga en sus manos 'El Gordo', si compra un sólo número, es de 1 entre 100.000, sin compra dos número diferentes la probabilidad subiría a 2 entre 100.000 y así sucesivamente. "Siempre se obtiene aplicando la misma regla, casos favorables entre casos posibles", ha aclarado.
Algunas administraciones venden una cantidad tan significativa de números que aumentan su probabilidad de que toque allí uno de los grandes premios. El matemático advierte de que esto crea la percepción engañosa en la población de que es mejor comprar un número en una administración que en otra.
"No es así, es igual comprar el décimo en un lugar que en otro y, por tanto, es completamente absurdo esperar largas colas para comprar un décimo en una administración cuando podría comprarse fácilmente en otra", ha apuntado.
Finalmente, De Diego señala que este tipo de dudas que se generan antes del sorteo son frecuentes en el ciudadano medio y señalan que se debe hacer más hincapié, en la educación media y secundaria, en el estudio de las matemáticas y, en particular, en la teoría de la probabilidad y la estadística. "Igual que se pueden incurrir en estos errores en temas como la lotería, la falta de una percepción correcta de la probabilidad en algunas de nuestras acciones puede dañarnos mucho en nuestra vida cotidiana", ha concluido.