En el año 2000, el Consejo de Europa abrió a la firma el Convenio Europeo del Paisaje, cuyo objetivo es animar a las autoridades públicas a adoptar a nivel local, regional, nacional e internacional políticas y medidas de protección, de gestión y cuidado de los paisajes europeos, tanto extraordinarios como ordinarios, que determinan la calidad de vida de las poblaciones.
Con objeto de promover la cooperación europea con los Estados no europeos que desean poner en práctica las disposiciones contenidas en la Convención, favoreciendo su adhesión, se adopta el Protocolo de enmienda al Convenio europeo del paisaje, hecho en Estrasburgo (Francia) el 1 de agosto de 2016.