En concreto, el Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente invertirá 1,35 millones de euros en la cuenca del Miño-Sil, 515.000 euros en la del Duero y 430.000 euros en la del Cantábrico.
Así, se eliminarán los tapones formados por restos vegetales y en la retirada de sedimentos y residuos en los cauces, así como en la colocación de defensas puntuales en las márgenes erosionadas para evitar arrastres de cenizas al río y desbordamientos si llueve.
Además, se actuará en las comunidades autónomas de Asturias, Galicia, (Lugo, Orense y Pontevedra) y Castilla y León (León y Zamora) para eliminar tapones y evitar que obstruyan la capacidad de desagües y podar los ejemplares quemados y con riesgo de caída a los ríos.
También se colocarán defensas puntuales en las márgenes de los ríosespecialmente erosionados para evitar el arrastre de cenizas hasta el cauce y posibles desbordamientos en caso de lluvias.