Christina Fabian y George Alvarado habían embarcado en un vuelo de Allegiant en Bellingham, Washington, junto a su hijo Giovanni de siete años, que dada la enfermedad de su padre, quiere pasar todo el tiempo con él.
Sin embargo, al poco de subir empezó a sufrir una urticaria y su madre preguntó si había animales a bordo, ya que el niño es alérgico a los perros. La tripulación le dijo que había mascostas en todos los vuelos y que deberían bajar del aparato.
La salida del aparato se retrasó mientras la familia recogía sus cosas. Cuando se disponían a dejar el avión, el resto del pasaje, con frialdad, empezó a aplaudir con sarcasmo.
En una entrevista en KING5, Giovanni, de siete años, rompió a llorar mientras contaba lo vivido en el avión. "Mi padre está enfermo de cáncer de garganta," dijo Giovanni "y eso me hizo estar más triste cuando ya estaba triste".
Allegiant pidió perdón a la familia y les llevó de regreso a casa después de su viaje.