Un proyectil de ballesta atravesó la cabeza de un minino llamado, Moo Moo, pero sorprendentemente no le ocasionó daños fatales para su vida. El animal sobrevivió al impacto del arma, ya que ésta no llegó a tocarle el cerebro.
Un cirujano veterinario realizó una intervención para extraerle el proyectil y consiguió hacerlo con éxito. El gato se encuentra en perfectas condiciones tras el trágico suceso.