La policía de Florida ha detenido a Tyler Hadley, acusado de asesinar a sus padres, porque estos no le permitían organizar una fiesta. El joven de 17 años los mató a martillazos y dejó sus cuerpos sin vida en la habitación matrimonial, mientras él se divertía con un grupo de amigos que había invitado.
La tragedia ocurrió el pasado fin de semana en Port Saint Lucie, Florida, cuando Blake y Mary-Jo Hadley, fueron brutalmente golpeados en la cabeza y el pecho con un martillo, según publicó la cadena estadounidense ' NBC '.
Las primeras investigaciones sugieren que el joven organizó una fiesta a la que sus padres se opusieron. Poco antes de la llegada de sus amigos, Tyler mató a sus padres y los escondió en la habitación de estos.
A los festejos asistieron unas 60 personas y armaron tal escándalo que los vecinos avisaron a la policía para quejarse del ruido que provocaban y la música alta, según explicó el portavoz de la Policía Tom Nichols.
Los agentes llegaron a la casa pasada la medianoche para advertir de que hacían demasiado ruido y pocos minutos después se retiraron. Al día siguiente, la policía recibió una llamada anónima comunicándole de un supuesto asesinato en el lugar.
Después de revisar la casa, los agentes encontraron los cuerpos sin vida cubiertos con toallas, libros y sábanas. También el martillo con el que supuestamente fueron golpeados hasta la muerte.
La madre, de 47 años, era una maestra de escuela primaria. El padre, de 54 años, trabajaba para una compañía de energía eléctrica. El joven se encuentra en prisión sin fianza en un centro de menores del estado.
La policía no ha comunicado el resultado de las autopsias, pero adelantó que la muerte de ambas personas al parecer se produjo por traumatismo cerebral.