Durante una rueda de prensa en la Cámara de Comercio de Linares (Jaén) y coincidiendo con el Día Internacional contra la Violencia de Género que se celebra este 25 de noviembre, Fernández de Moya ha querido "poner en valor" la actitud del Gobierno central contra esta "lacra" y ha explicado que la estrategia para luchar contra ella cuenta con un presupuesto de 1.558 millones de euros.
Esa estrategia --ha añadido-- fue elaborada "de forma coordinada" por, entre otros agentes, el Gobierno, las comunidades autónomas, la Fiscalía General del Estado, el Consejo General del Poder Judicial, el Observatorio Estatal contra la violencia contra la mujer, asociaciones de mujeres y organizaciones especializadas, y tiene un "objetivo claro": "Convertir la igualdad legal entre mujeres y hombres en igualdad real".
Por eso --ha proseguido el secretario de Estado-- el Gobierno ha establecido como eje estratégico del Plan Estratégico de Igualdad de Oportunidades 2014-2016 un total de 224 actuaciones, con una dotación presupuestaria de 3.100 millones de euros que pasan por mayor prevención en el ámbito educativo, más sensibilización y concienciación social, justicia gratuita y asesoramiento previo, mejora de la respuesta institucional, más coordinación entre Estado, comunidades autónomas y municipios o más protección de las víctimas.
En esa estrategia también tienen "más visibilidad y protección" los menores hijos de las víctimas de la violencia de género, para lo que se han establecido modificaciones a la ley de la Infancia y la Adolescencia que permiten que se reconozca a los niños como víctimas de la violencia de género y que las autoridades judiciales tengan que pronunciarse sobre medidas cautelares para que los niños hijos de las víctimas puedan permanecer con sus madres.
Además el secretario de Estado ha defendido que hay un "más eficaz" control de agresores y de los nuevos delitos y que el nuevo Código Penal "mejora la respuesta penal" ante episodios de violencia de género al tipificar nuevos delitos como matrimonio forzado, acoso, acecho o perturbación e inutilización de los brazaletes.