Luis Figo, futbolista, estrella del Barça y del Madrid, fue condenado a pagar dos millones y medio de euros a Hacienda por no hacer la declaración de la renta durante 3 años. Su compañero de profesión, Samuel Etóo, también fue perseguido. La Fiscalía se querelló contra él por defraudar más de 3 millones de euros con sus derechos de imagen.
Estos son dos de los casos más recientes de deportistas que han cometido algún delito fiscal, pero no los primeros. Antes, el caso de la tenista Arantxa Sánchez Vicario saltó en los años 90 y todavía colea ya que debe más de 3 millones a las arcas públicas.
Ni siquiera Rafa Nadal se ha librado de la sombra de la sospecha. Hacienda le ha investigado por tributar en Guipúzcoa con algunas de sus empresas, y no en Baleares, para pagar menos de lo que debería. El tenista ya ha cambiado su domicilio fiscal.
Delito tributario y famosos, un cóctel que también ha probado Ana Torroja, excantante de Mecano. Se enfrenta hasta a 6 años de cárcel por defraudar 2 millones de euros, al radicar algunas de sus empresas en paraísos fiscales.
Pero el caso más sonado es el de Lola Flores, la mítica ‘Faraona’ que a finales de los 80 fue condenada a pagar a Hacienda 28 millones de pesetas por saltarse varios años la declaración de la renta. Casos ejemplarizantes, aunque ninguno de ellos ha pisado todavía la cárcel.