Las necesidades para lograr una mayor inclusión en el entorno de la educación universitaria pasan, según han explicado, por desarrollar servicios de atención a la discapacidad a todos los niveles de la estructura educativa y por elaborar planes estratégicos de inclusión en sinergia con otros servicios orientados a "la equiparación de oportunidades, la no discriminación y por ello, la igualdad efectiva de hombres y mujeres, cualesquiera que sean otras condiciones personales o sociales propias de su identidad".
"Las administraciones educativas y las Universidades, deben asegurar la igualdad en el acceso en todos los niveles educativos, incluida la educación universitaria y facilitar el desarrollo de los principios de accesibilidad, en todas sus dimensiones y de diseño universal para la instrucción y el aprendizaje, sin demérito ni menoscabo de los apoyos específicos que precisen algunos estudiantes y de los ajustes razonables singulares que también puedan necesitar", reza uno de los puntos del manifiesto.
El documento se refiere a la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y pone de relieve que "las estrategias universitarias deben cumplir también con este mandato y tener en cuenta el objetivo de inclusión en las aulas". Según sostienen la falta de accesibilidad y la ausencia de ajustes razonables pueden implicar discriminación hacia las personas con discapacidad" en ámbitos que van desde los métodos de evaluación y la preparación de los docentes hasta las herramientas y plataformas digitales no adaptadas a las necesidades de personas con alguna discapacidad.
En el encuentro han participado en torno a 350 expertos en educación y en materia de discapacidad, que han abordado la situación de las universidades en materia de inclusión y han profundizado en aquellas áreas en las que, a su juicio, es necesario avanzar y realizar mejoras para garantizar que los estudiantes con capacidad reciben la misma formación que sus compañeros sin discapacidad y tienen iguales oportunidades de acceder a un empleo tras finalizar sus estudios, algo en lo que han hecho particular hincapié la directora del Real Patronato sobre Discapacidad, Mercedes Jaraba, y el director general de Fundación ONCE, José Luis Martínez Donoso.
Asimismo, han insitido en la importancia también de mejorar el acceso de jóvenes con discapacidad a los estudios universitarios, un objetivo que consideran "imprescindible en el siglo XXI".
"Cada persona es única y la educación requiere formas de enseñar y evaluar ricas, diversificadas, variadas, que faciliten el ajuste a las necesidades educativas de cualquier estudiante, sean comunes a todos ellos o específicas en cada caso", apunta el manifiesto.