España y Portugal comparten desde hoy la Reserva de la Biosfera hispanolusa del Tajo-Tejo

EUROPA PRESS 17/08/2016 11:06

La reserva hispanolusa fue aprobada durante la 28.ª Sesión del Consejo Internacional de Coordinación del Programa El Hombre y la Biosfera (MaB) de la UNESCO (CIC-MAB), celebrada en Lima, Perú, los días 18 y 19 de marzo de 2016.

Dentro de la reserva viven 62.775 habitantes en 14 municipios extremeños y 12 freguesías de Portugal. La reserva se sitúa en la región occidental de la Península Ibérica en el eje del río Tajo y abarca 428.176 hectáreas, de las cuales 259.643 se encuentran en España.

El área es de baja altitud pero de relieve escarpado como consecuencia del encajamiento del Tajo y sus afluentes en el borde de la penillanura.

En cuanto a su vegetación, mayoritariamente está compuesta por formaciones esclerófilas de encina y alcornoque, así como abundantes manchas de matorral, que se alternan con áreas cultivadas, extensos pastizales y formaciones adehesadas.

Entre los taxones vegetales más significativos se encuentran diferentes especies de orquídeas, algunas endémicas, o el lirio amarillo, símbolo del Tajo Internacional.

La vocación mayoritaria del territorio es ganadera y forestal, razón por la cual existe una importante cabaña, sobre todo ovina, bovina y porcina, que constituye la base de la economía local, junto con otras explotaciones tradicionales, como la extracción del corcho, la miel y el cultivo de cereales.

Respecto a la fauna de la nueva reserva, la resolución que publica el BOE destaca que la fauna es típicamente mediterránea y acoge un gran número de taxones amenazados o en peligro de extinción, en algunos casos endémicos de la península como el águila imperial ibérica, el águila perdicera, la cigüeña negra, el buitre negro, el alimoche, el cernícalo primilla, la avutarda, el sisón, la nutria, el lagarto verdinegro, los galápagos leproso y europeo y la rana patilarga, además de una completa ictiofauna propia de los ríos mediterráneos.

En cuanto a la población, escasa y concentrada en pequeños o medianos núcleos rurales, sufre un proceso de envejecimiento y despoblamiento "muy acusado" en los últimos años del siglo XX, sobre todo en la parte española, por lo que la debilidad demográfica es uno de los principales retos a los que se enfrentan estas comarcas.

Sin embargo, subraya que el excelente grado de conservación de la fauna, la flora y el paisaje de la región se traduce en la existencia de numerosos espacios protegidos (parques naturales y enclaves de la Red Natura 2000), junto a sus elevados valores patrimoniales, culturales y etnográficos hacen de ella un excelente lugar para experimentar estrategias de desarrollo sostenible.