Enraizados denuncia la persecución a cristianos en el mundo y la "pasiva actitud" de los gobiernos

EUROPA PRESS 22/03/2017 17:07

"La asociación Enraizados prestará todo su apoyo a los cristianos perseguidos en el siglo XXI denunciando su situación tanto en España como en organismos internacionales como la ONU y la UE. Existe una pasiva actitud de nuestros Gobiernos que debe finalizar de forma urgente", ha subrayado el presidente de la asociación Enraizados, José Castro Velarde.

Durante el encuentro de este martes, al que asistieron más de un centenar de personas, el obispo auxiliar de Madrid Juan Antonio Martínez Camino, afirmó que no se puede ser cristiano sin llevar la cruz y señaló que "la persecución es el estado natural de la Iglesia".

Además, apuntó que en el siglo XX hubo miles de mártires tanto en España como en el resto de Europa y que ahora los hay en África y Asia y precisó que la diferencia es que los mártires del siglo XX en muchos casos fueron perseguidos por el Estado que debía protegerles, refiriéndose a los casos de España, Rusia o Alemania.

Por su parte, monseñor Nicolaos Matti Abd Alahad, de Siria, explicó que en su país, antes de la guerra, un 11% de la población era cristiana mientras que ahora solo queda el 6%. No obstante, destacó que "aunque destruyeron las iglesias la gente sigue orando". En este país, al menos dos arzobispos están secuestrados, además de varios sacerdotes y religiosas.

En China, la persecución que existe es más a nivel político, según afirmó un sacerdote de ese país. "Controlan todo en la Iglesia, incluso graban las misas y las homilías", afirmó, al tiempo que indicó que no existirá libertad religiosa en el país asiático "mientras existan dos iglesias" --la "patriótica", del gobierno comunista, y la clandestina, fiel al Papa--.

Por su parte, un cristiano de Nigeria compartió su testimonio de conversión en medio de una sociedad musulmana. Según relató, un grupo rebelde musulmán le pidió que se uniera a sus actividades y para probar su fe, le exigió que quemara una iglesia. Finalmente, no lo hizo y poco después los islamistas mataron a su hermana gemela. Por ello, huyó a Singapur. Allí conoció a su esposa, proveniente de una familia musulmana. Cuando sus parientes supieron que ambos profesaban la fe cristiana, fueron golpeados y amenazados. Ahora viven en España, ayudados entre otras asociaciones por Enraizados y el OLRC.