Sobrevive gracias a una dieta hipercalórica

cuatro.com 24/06/2012 12:25

"El síndrome de deficiencia de GLUT1" es la rara, hereditaria e incurable enfermedad que sufre Amy Paterson, una niña de nueve años que sigue una alimentación totalmente opuesta a la que debería seguir alguien de su edad. Su cerebro no consigue recibir el suficiente alimento por lo que debe consumir el triple de grasas que sus compañeros de clase o de lo contrario podría sufrir convulsiones mortales.

Mientras las autoridades sanitarias advierten del peligro y continuado aumento de la obesidad infantil y alertan sobre sus dietas ricas en grasas descubrimos el caso de Amy Paterson. Según informa el diario británico, the Daily Mail, con tan sólo nueve años, la pequeña, está obligada a seguir una dieta rica en grasas para poder vivir. Padece una enfermedad conocida como "el síndrome de deficiencia de GLUT1", una patología diagnosticada a 25 personas en Reino Unido y a 100 en todo el mundo, y que consiste en que el cerebro no asimila los nutrientes de una alimentación normal pudiendo llegar a tener un desenlace fatal. La pequeña, de nacionalidad escocesa, sufrió su primera crisis con tan sólo ocho semanas de edad; un cuadro que se repitió tan sólo cuatro meses después y que llevó a sus padres, Michelle y Allan a acudir a varios médicos. Tras varios diagnósticos fallidos, como parálisis cerebral atáxica debido a la falta de equilibrio y cansancio inexplicable, con siete años le detectaron la verdadera enfermedad tras una punción lumbar en el Yorkhill Royal Hospital for Sick Children en Glasgow.

La enfermedad está causada por un gen defectuoso heredado de uno de sus padres y que no permite que la glucosa se transporte al cerebro de manera eficiente, dejándolo hambriento de energía. Desde su diagnóstico y el alto contenido en grasas que compone su dieta de 1482 calorías diarias Amy no ha sufrido un solo ataque. Eso si, para ello debe comer seis veces al día y la pizza, la nata o bañar sus comidas en aceite son su pan de cada día.

Pese a ello se las arregla para asistir a la escuela, seguir una vida normal y ser una niña delgada y con el peso que corresponde a una persona de su edad.