La apariencia de Mui no fue un problema durante sus primeros años de colegio. Sin embargo, todo cambió cuando empezó la escuela secundaria. Entonces, la joven fue víctima de acoso por parte de sus compañeros.
A partir de ese momento, Mui empezó a renegar de su aspecto, dejó de bañarse, dejó de tomar sus medicinas y de aplicarse la crema para el tratamiento de su enfermedad. En alguna ocasión, incluso llegó a plantearse saltar desde el balcón de su casa, tal y como publica la cadena CNN.
"Me decían cosas como 'No debiste haber nacido' y cosas muy personales que solo las personas que me conocían sabrían. Eso hizo que no me fiara de nadie. Incluso cuando la gente trataba de ser amable, yo no correspondía. No confiaba en ellos", comenta Mui.
Actualmente, Mui se niega a dejar que su condición se interponga en su vida. Ahora es feliz en su trabajo, practica deportes e, incluso, ha emprendido una carrera como oradora pública para servir de ejemplo a otros que se ven "visiblemente diferentes".