Los síntomas del lipidema son hematomas, hinchazón, dolor al tacto, celulitis e incluso fatiga. Aunque afecta en torno al 10% de las mujeres, no tiene tratamiento y se desconocen las causas que la generan. Son muchos los médicos que no hacen caso a los enfermos y simplemente consideran que están gordos.
El lipidema consiste en una alteración en la distribución de la grasa corporal que se acumula de forma anormal en los miembros inferiores, es decir, desde la cadera hasta los tobillos. El efecto provoca que las piernas se sientan suaves y sensibles al tacto, lo que favorece a la rápida aparición de hematomas.
También tiene un impacto psicológico pues puede desmoronar la autoestima o provocar trastornos alimenticios, tal y como informa 'Noticias 24'.
Un grupo de expertos de la Universidad de Londres y del Hospital St. George llevaron a cabo una investigación para dar con la causa de dicha enfermedad. Para ello, reclutaron a 100 personas para estudiar la base genética de la dolencia.
"Esperemos dar con el defecto genético que produce el lipidema para así tener una mejor compresión del mecanismo de la enfermedad y, de esta manera, poder encontrar un tratamiento específico", ha declarado el director del proyecto.