En un estudio realizado por la Universidad de Illinois, Estados Unidos, analizaron a 100 personas de entre 60 y 80 años, los adultos mayores que practican actividades físicas moderadas a vigorosas con regularidad registran mayor actividad cerebral incluso cuando están en reposo que quienes no practican ejercicios.
Levantar pesas y caminar con vigor
Liu-Ambrose, una investigadora comparó los efectos de los ejercicios aérobicos y el entrenamiento de resistencia en 86 mujeres con MCI. Midió su impacto en dos habilidades que se deterioran a medida de que la condición progresa: la memoria y la función ejecutiva, las cuales abarcan procesos de pensamiento complejos: razonamiento, planificación, resolución de problemas y multitasking",indica el estudio de la doctora.
Surfear, bailar y jugar como niños
Los investigadores Tracy y Ross Alloway de la Universidad del Norte de Florida en Estados Unidos hallaron que dedicar solo dos horas a una actividad física que disfrutábamos cuando éramos niños como trepar árboles o correr descalzos tenía efectos contundentes en la memoria de trabajo, la cual guarda la información y nos permite manipularla. Los investigadores encontraron que cuando se combinan dos actividades los resultados son más positivos para el cerebro.
Esgrima
Los deportes que requieren tomar decisiones en fracciones de segundos mejora la función cognitiva tanto en la gente joven como la de mayor edad, lo que permite reducir los problemas asociados con el envejecimiento, según publica el portal BBC Mundo.