La dieta de la luna basa su funcionamiento en alimentarse de líquidos exclusivamente durante un día completo, coindidiendo con la luna llena, de ahí su nombre. Una hora antes del cambio de fase lunar, la persona interesada toma agua durante ese tiempo y a partir de ahí, los líquidos serán la única ingesta permitida, entre los que se incluyen los zumos de frutas y verduras sin pulpa ni azúcar, así como las infusiones y el café.
En cuanto a los resultados, se promete perder de dos a tres kilos en un día, una cifra muy discutida ya que los expertos en nutrición advierten de que puede tener consecuencias negativas, puesto que el organismo puede desequilibrarse ante un cambio tan brusco de hábitos. A ello se suma que la reducción de peso se basa en la pérdida de agua, según ha informado en su web Ella Hoy.