Los hechos se produjeron el 29 de enero, cuando un ciudadano alertó de que en una de las paradas se estaba realizando un juego ilegal con un tablero con agujeros numerados aleatóriamente, y que tenía premios que iban desde televisores y videoconsolas hasta mini motos, además de teléfonos de alta gama de imitación.
Los agentes intervinieron el juego para comprobar el 'modus operandi', además de localizar a los tres ciudadanos que habían sido estafados por el método y a las cuatro personas implicadas, tres de las cuales ya han sido detenidas.