Los hechos investigados se iniciaron hace dos meses, por parte de la Policía Nacional, cuando se tuvo conocimiento de determinas irregularidades administrativas y penales en un conocido restaurante de la ciudad.
Así, reunidos los indicios suficientes se procedió a realizar una inspección final en el restaurante siendo localizados varios trabajadores de origen indio sin permisos de residencia, que trabajaban con la identidad de otras personas de su misma nacionalidad y con permiso de trabajo.
Los responsables del local eran sabedores de esta ilegalidad, circunstancia que incluso era propiciada por ellos con la finalidad de tener una excusa en el caso de sufrir alguna inspección de índole laboral.
En la investigación de los hechos se constató que la dirección del negocio "contrataba" trabajadores a sabiendas de su carencia de los permisos correspondientes, trabajadores siempre en precaria situación.
Asimismo, que algunos de éstos eran vejados, insultados y maltratados en algunas ocasiones, llegando incluso a la agresión física, y que los contratos eran por escasas horas si bien las jornadas de trabajo llegaban a las diez y doce horas.
El propietario establecía una especie de contrato alegal estableciendo unas condiciones arbitrarias de trabajo, entre otras se quedaba con parte de las retribuciones del empleado para que éste no buscara o encontrara otro trabajo, así si dejaba de acudir perdía esa especie de depósito.
Las propinas, el 90 por ciento del bote, se las repartían entre los encargados. Las víctimas coincidían en que la contratación era inferior al número real de horas trabajadas, siendo en muchos casos el doble del número de horas trabajadas y no retribuidas e incluso, en algunos casos, no se disfrutaba de días de descanso semanal ni se disfrutaban vacaciones retribuidas.
Por parte de la UCRIF se continúan las gestiones para el total esclarecimiento de los hechos y no se descartan nuevas detenciones.