En el estudio realizado por el Centro Culinario Vasco escogieron un grupo de 86 niños de entre ocho y diez años y mandaron a la mitad de ellos con sus padres a comprar los ingredientes necesarios para preparar tres bocadillos o bebidas vegetales. El resto de los niños pasaron la tarde jugando en un taller.
Al finalizar la tarde se les ofreció a todos los niños la posibilidad de tomar meriendas vegetales o comida a base de chocolate, zumo de naranja o patatas fritas, alimentos con los que estaban más familiarizados.
Según los resultados publicados en revista ‘Appetite’, el 70 por ciento de los niños que ayudaron a elegir verduras probaron la comida vegetal. En cambio, del grupo de niños que no fueron al supermercado, solo el 20 por ciento optaron por merendar comida a base de vegetales.
Los investigadores coinciden en que, dar un papel más importante a los niños en la compra ayuda a reforzar la ingesta de alimentos saludables. "Anteriormente se ha demostrado que la participación de los niños en la cocina puede aumentar su disposición a probar nuevos alimentos y dirigir sus opciones de alimentos hacia las verduras”, afirmaron.