Al parecer, según indican diversos medios locales, la madre ha explicado que Jairo, su hijo, salió a “jugar con sus amigos al escondite” al mediodía y que no regresó, motivo por el cual acudió a comisaría para alertar a la Policía.
Ahí fue cuando se activó el protocolo de búsqueda, llegando incluso a rastrear zonas marítimas. A las labores de búsqueda se unieron, además del personal policíal, diferentes personas que se fueron enterando del suceso.
El problema vino cuando el cuerpo sin vida de Jairo fue encontrado en el congelador del almacén de la carnicería de los padres. Y aunque la policía tomó declaración a los padres por lo sucedido, la investigación apunta a que el menor se metió en el congelador para jugar y falleció ahí.