La proliferación de un nuevo reto o ‘desafío’ en las redes sociales ha vuelto a hacer saltar todas las alarmas debido a las graves consecuencias que puede provocar. Aterrados y muy preocupados, han sido ya varios los padres que han denunciado el denominado ‘Desafío de las 48 horas’, que llama a niños a desaparecer durante al menos dos días.
Además, en este a menudo mal catalogado como ‘juego’, se establece una especie de sistema de recompensas según el cual cada mención en las redes sociales aumenta el número de puntos que se les otorga en el terrible ‘desafío’. De este modo, incluso las llamadas desesperadas de familiares y amigos que suplican ayuda para encontrarles serían bienvenidas, pues estarían aumentando su puntuación.
No obstante, según apunta el medio Independent, aunque este escalofriante ‘reto’ se está extendiendo actualmente, no se trata de algo completamente nuevo, sino que sería una copia de un ‘desafío’ similar que circuló hace años en Europa Occidental, y que en lugar de 48 horas eran 72 las que establecía.
De acuerdo al citado medio británico, en Irlanda ya se han dado varios casos, y como ha relatado una madre afectada por esta rocambolesca tendencia, su familia vivió una ansiedad “inenarrable” debido a esta “competición enfermiza”. Su hija, junto a otros amigos del irlandés Condado de Derry, desapareció repentinamente y no se supo de ellos hasta pasadas 55 horas, tras las cuales fueron finalmente encontrados en la ciudad de Ballymena, en el Condado de Antrim.
“Estaba aterrorizada ante la idea de que estuviesen muertos, que hubiesen sido violados o asesinados”, explica.
Sin embargo, el problema no reside sólo en las graves consecuencias que puede derivar de seguir este ‘desafío’, sino también de su impacto en la conducta de los jóvenes, que a menudo lo interpretan como algo divertido y trivial.
“Estos chicos creen que es divertido. No había ni siquiera un ápice de remordimiento cuando mi hija fue localizada por la policía, y cuando los agentes la trajeron a casa pude ver que se habían hecho selfis dentro del coche policial. Era aterrador y mi niña, que tiene 14 años, no parece entenderlo”, relata su madre.
Como sucediese con ‘La ballena azul’, las redes sociales son un medio susceptible y habitual para difundir este tipo de juegos, por lo que se pide extremar la precaución y trabajar desde la educación y la concienciación para que estas ideas, y sus indicaciones, no calen en los más jóvenes y los más vulnerables.