La demoledora razón por la que una madre se entristece cada vez que alguien se refiere a sus “mellizos”

Noticias Cuatro 10/10/2017 00:13

Cada vez que Tracey Kirby oye un “Tus mellizos son muy monos”, se entristece. Como madre de dos niños de tres años, Henry y James, no tiene ningún problema a la hora de estar de acuerdo con este tipo de comentarios, que generalmente suelen hacerle desconocidos cuando se encuentra en la calle. Sin embargo, para ella es duro escucharlo, porque uno de sus pequeños no está con ellos.

Henry y James, de Bedfordshire, no son mellizos, son trillizos, pero trágicamente nunca tendrán la oportunidad de conocer a su hermano Cayden, pues pereció en el vientre de su madre.

El pequeño, cuyo nombre significa “pequeño guerrero”, sufrió un paro cardíaco. Su pequeño corazón se paró después de luchar muy duro, durante mucho tiempo.

Tres años después, sus padres siguen pensando en él todos los días. Los cumpleaños son para ellos ocasiones especialmente duras. Además, Cayden era el gemelo de Henry, por lo que la pareja sabe exactamente cómo hubiera sido si hubiera sobrevivido.

La madre, de 34 años, está compartiendo la historia de su familia con motivo de la Semana de Concientización sobre la Pérdida del Bebé, que comienza el 9 de octubre y acabará el 15 del mismo mes.

Tracey y Paul, de 30 años, descubrieron que estaban esperando trillizos (dos de ellos eran gemelos) durante un escáner en un hospital de su localidad en 2014. Aunque a priori la noticia les impactó, estaban encantados.

Aunque los médicos ya les advirtieron de alguna complicación con los gemelos, decidieron mantenerse positivos y empezaron a preparar todo para la llegada de los tres pequeños.

Sin embargo, a las 19 semanas, la pareja fue informada de que los gemelos tenían TTTS (síndrome de transfusión de gemelo a gemelo), una condición que afecta al flujo sanguíneo de la placenta a cada bebé, según informa Mirror.

Especialistas de la University College London Hospitals explicaron que la condición significa que el receptor gemelo recibe demasiada sangre y tiene una gran cantidad de líquido amniótico alrededor. Mientras tanto, el gemelo donante recibe muy poca sangre y sufre una notable reducción del líquido amniótico, lo que pone a los dos bebés en riesgo.

“Simplemente pensé ‘Voy a hacerlo lo mejor que pueda por ellos tres’. Si optamos por la reducción selectiva (cesar uno o más fetos en el embarazo), seguiría habiendo una posibilidad de que tuviera un aborto por lo que para nosotros no es una opción.”, ha dicho Tracey.

A las 18 semanas la pareja se enteró de que esperaban tres varones pero tan solo una semana después se enteraron de que los gemelos habían entrado en la tercera fase del TTTS, que en total tiene cinco, lo que significaba que la situación había empeorado para los pequeños.

Aunque los médicos ofrecieron la posibilidad de aplicarle la reducción selectiva al gemelo tres, el más pequeño, los padres fueron incapaces de aceptarlo. Entre las semanas 20 y 22, cuando el TTTS se había estabilizado, los médicos intentaron practicar una ablación láser, pero no pudieron debido a que los bebés estaban enfrente de la placenta.

El procedimiento consiste en poner una aguja y una cámara en el útero de la madre y usar un láser para sellar los vasos sanguíneos de conexión en la placenta compartida. Aunque ayuda a corregir el desequilibrio del flujo sanguíneo en los bebés que sufren de TTTS, pero implica algunos riesgos.

Eventualmente, la placenta se había movido de tal manera que la ablación con láser podía realizarse ya que los bebés no se interpondrían en el camino de la aguja. A la cirugía la siguió una agonizante espera de dos semanas. Tracey y Paul sabían que si los bebés sobrevivían durante los siguientes quince días, las posibilidades de que el embarazo prosiguiera adecuadamente eran elevadas.

Pero durante la revisión, los doctores comprobaron que Cayden no había sobrevivido a la intervención. Tracey, entonces, entró en ‘shock’.

“(Los médicos) dijeron que probablemente hubiera tenido un paro cardíaco por toda esa sangre de más bombeando en su cuerpo.”, ha dicho la madre.

A las 32 semanas de embarazo, el día cuatro de agosto de 2014, Tracey rompió aguas. Primero nació James, que pesó 3 libras (1,3 kilos) y su hermano, Henry, uno de los gemelos, 1 libra (medio kilo aproximadamente)

Tracey dijo que a su otro bebé le llamaron Cayden porque significa "pequeño luchador" en celta, ya que continuó luchando hasta que su pequeño corazón se rindió.

El funeral del pequeño se llevó a cabo en una iglesia católica cerca de la vivienda familiar y sus restos fueron enterrados en un cementerio cercano.