Hernández ha contado a Univisión que su madre solo se tranquiliza cuando descansa acunada entre sus brazos. "Casi todos los días la tengo que dormir así porque es como se logra calmar, es como si se sintiera protegida.", asegura este estilista norteamericano de origen hispano.
Hace dos años su madre, Juanita, de 81, fue diagnosticada de demencia senil por lo que decidió recurrir a centros especializados en esta enfermedad degenerativa. Pero pronto cambió de opinión y preferió ser él el encargado de atenderla. Asegura que su amor y paciencia eran el mejor tratamiento para esta etapa de su vida.
La atención que Miguel depara a su madre no solo es física, también se ocupa de que escuche música cubana, ella es de la isla caribeña, también la viste, la maquilla o la acompaña a espectáculos musicales.
La enfermedad ha hecho que Juanita pierda por completo sus recuerdos más inmediatos o el sentido del tiempo. Por ello, su hijo le ayuda a dormirse entre sus brazos meciéndola y aportándole seguridad y tranquilidad. Una sensación que ambos comparten y que es la devolución del amor que Juanita le entregó a Miguel cuando él era un bebé desvalido.