Da a luz a su hija enferma terminal para después donar sus órganos

Noticias Cuatro 04/01/2017 19:17

En la revisión rutinaria de su 19ª semana de embarazo, su médico detectó un fallo en el desarrollo del feto que crecía en el interior de Abbey. Después de unos análisis, llegaron las malas noticias: “Lo que tengo que decirles no es fácil. Su hija tienen anencefalia”.

La anencefalia es una enfermedad que impide que el tubo neural no se cierre, es decir, el bebé no tiene cerebro, cráneo y cuero cabelludo.

Cuando Abbey se enteró de esto, se le plantearon varios caminos. Quizá ella tomó el más difícil: continuar con su embarazo hasta dar a luz. Los médicos no auguraban que el bebé pudiera vivir más que unas cuantas horas. Pero Abbey y su marido Robert se reafirmaron en su idea: el bebé nacería y, tras su fallecimiento, donarían sus órganos para que bebés con malformaciones pudieran tener una oportunidad.

Y así fue. Annie nació el 23 de junio y murió 14 horas y 58 minutos después. A pesar de ello, Abbey asegura en el texto que escribió para ‘goodhousekeeping.com’ que aquel día sintió paz al ver a su niña. “Nosotros, incluso en mitad del dolor, fuimos capaces de ver su belleza”, explica la madre.

Sin embargo, sólo se pudieron donar sus válvulas cardíacas debido a los bajos niveles de oxígeno de su cuerpo en el resto de órganos de su cuerpo, aunque estos después fueron utilizados para investigar.