Sacerdote pederasta: "Perdí la cabeza y lo agarré por detrás"

Noticias Cuatro 20/05/2017 17:10

67 exalumnos del Instituto Próvolo, centro dedicado a atender a niños de escasos recursos, denunciaron en 2009 los abusos sexuales a los que fueron sometidos por los sacerdotes. Sin embargo, la Fiscalía de ese país consideró que los delitos habían prescrito porque ya habían pasado más de 20 años, período establecido en el Convenio Internacional de Lanzarote, por lo que no se abrieron investigaciones.

En un vídeo publicado por Fanpage.it, realizado en febrero de 2017, los exalumnos sordomudos del Instituto Próvolo de Verona relatan los abusos a los que fueron sometidos cuando tenían entre 6 y 7 años. "Me llevó varias veces al confesionario, me hizo desnudar y me sodomizó", recuerda un exestudiante del Próvolo en el video, mientras señala en un periódico la foto de su agresor, de nombre Eligio Piccoli.

Tras recoger sus relatos, los reporteros van en busca de unos de los curas señalados por las víctimas. Lo encuentran en una residencia postrado en una cama."La única broma que hice fue con un chico que toqué donde no debía", dice Piccoli durante la grabación. "En un momento perdí la cabeza yo también, lo agarré por detrás y le dije: 'Leche'", confiesa al periodista encubierto que lo grabó.

El sacerdote, que se encuentra en un hogar de retiro para religiosos mayores en Negrar, a 14 kilómetros de la citada ciudad italiana, realizó sus confesiones creyendo que el reportero era un antiguo alumno. Al ser preguntado si consideraba que había pecado, afirma que no, porque "machos con machos era un broma, es como un vicio" mientras que “con una mujer, es más grave” porque asegura que el pecado “es el deleite del mal”. “Si es por necesidad, por una broma como esa, no es nada”, asegura sin inmutarse. Y añade: "Cuando uno se ha confesado, tiene el deber de olvidar".

Casi todos abusaban de los niños

Piccoli admite que casi todos los sacerdotes abusaban sexualmente de los niños porque era común en la época y cuenta entre risas lo que hacían al menos diez profesores del Instituto para manosear a los pequeños. Explica que a los compañeros de sacerdocio que descubrían en actos lascivos con menores de edad los mandan a América, concretamente a Argentina.

Debido a la condición de los pequeños, no podían denunciar a los pederastas y fue gracias a unos audífonos de última generación que finalmente pudieron relatar las vejaciones sufridas.

En 2016 dos curas del argentino Instituto Próvolo fueron detenidos por las autoridades. Uno de ellos, Nicola Corradi, era procedente de Italia, de donde fue trasladado en los años 80 al descubrirse su relación con las violaciones a niños, informa RT.

El Vaticano recibió las denuncias de la Asociación de Sordos e investigó los hechos en 2010. Sin embargo, a pesar de admitir los abusos en 2012, hasta ahora no ha tomado medidas relacionadas con la excomunión de los religiosos ni indemnizado a las víctimas, según el trabajo del portal Fanpage.