Una chica de origen australiano, Georgie Thomas, pesaba 82 kilos y no estaba a gusto con su cuerpo. Así que, por salud y por su situación laboral decidió ponerse a dieta y perder peso. Redujo la cantidad de calorías que estaba consumiendo en un esfuerzo por adelgazar. Esto, sumado a un entrenamiento diario hizo que la joven perdiese 25 kilos.
"Cuando probé a bajar de peso en mi primer año de universidad, probé Body Trim, Lite y Aasy y luego, cuando terminé Human Movement y pasé a Fisiología del ejercicio, traté de hacer las cosas según el libro y de comer y ejercitarme más para alcanzar mis metas ", escribió en Instagram.
“¿Obtuve algunos resultados? Sí, pero ¿podían mantenerse, hacerme sentir bien y convertirse en un verdadero cambio de estilo de vida? No y yo estaba atrapado en un círculo vicioso. "No pude seguir así por mucho tiempo, me agotaron y llegó al punto en que nunca pensé que alcanzaría mis objetivos ", continuó.
"Eso es hasta que decidí probar un programa que incluía alimentos integrales, batidos de vitaminas y proteínas y ayuno intermitente" concluyó. Así que Georgie, tres años y medio más tarde y un radical cambio de estilo de vida consiguió pesar 58 kilos.