Un joven padre, de 24 años, se ha declarado culpable de un delito de abuso sexual de una menor y abuso infantil de primer grado con resultado de muerte. Robert Davidson, de Maryland (EEUU), ha admitido que mató y abusó sexualmente de su hija de 10 semanas en junio de 2015.
Los fiscales también acordaron imputarle un cargo adicional por homicidio premeditado. El hombre se enfrenta a 50 años de prisión.
La autopsia reveló que Aleah Thompson sufrió un trauma severo, una fractura de clavícula y 34 fracturas de costillas –lesiones que se produjeron al menos tres veces, según señaló el Fiscal del Condado de Montgomery y de acuerdo a lo que informa el Washington Post-.
Según los documentos judiciales, el 25 de junio de 2015, Davidson avisó a emergencias desde el apartamento donde vivía con su hija y su pareja, Lorena Thompson, e informó que la menor no respiraba. La pequeña murió tres días después en el hospital. La madre fue acusada de abandono de una menor, y los fiscales sospechan que ella no tomó ninguna medida cuando se dio cuenta de las magulladuras que su hija tenía, causadas probablemente por Davidson.
El abogado defensor señaló que su cliente no abusó sexualmente de su hija, sino que estaba “tratando de eliminar sus mocos y otras sustancias”.