El alcohol y las drogas estaban detrás del 43% de los accidentes mortales al volante en 2013. Así lo indican los datos del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses (INTCF). El perfil mayoritario de las víctimas corresponde a un varón de entre 30 y 40 años que ha consumido alcohol. Gracias a los controles se ha conseguido que baje el número de conductores que consumen alcohol, aunque el 65% de los conductores que dieron positivo, superaban por mucho la tasa permitida. Lo peor, que sigue creciendo el número de conductores drogados. La nueva Ley de Tráfico, ya en vigor, sanciona con 1.000 euros conducir bajo los efectos de las drogas.