La Dirección General de la Tesorería de la Seguridad Social ha admitido una orden para paralizar el embargo del colegio Santa Illa en el distrito de Chamartín (Madrid). Así, según fuentes oficiales, se volverá a depositar todos los bienes del centro antes de este mediodía. El jueves, unas horas después de que se iniciara el embargo mientras que los alumnos estaban en clase, la ministra de Empleo y Seguridad Social garantizó que los estudiantes podrían seguir en el centro hasta que termine el presente curso, el próximo mes de junio.
La Dirección General de la Tesorería de la Seguridad Social ha admitido la orden para paralizar el embargo del colegio. Así lo ha explicado Andrés Ruiz, uno de los funcionarios que ha acudido al centro para averiguar en qué situación se encontraba el colegio ante los "rumores" de que el embargo podría haberse paralizado.
Tras 20 minutos en el interior del centro, Ruiz ha aclarado que existe una orden por la que se paralizada el embargo y se devuelven todos los bienes que se sustrajeron el jueves y que habían sido llevado a un depósito en Coslada.
Preguntado por los motivos de esta paralización, ha apuntado que los desconoce pero que seguramente tengan que ver con "la alarma social" que se ha generado y el problema que supone que esto haya tenido lugar "a mitad de curso".
También ha sido cuestionado por la manera en la que se procedió a sacar los muebles del centro mientras los alumnos daban clase. Así, Ruiz ha manifestado que procedió a entrar porque vencía el plazo para la retirada de los bienes después de haber obtenido la autorización judicial de entrada forzosa.
Y es que según ha indicado el propietario del centro ha recibido en los últimos 10 años "centenares de notificaciones" en las que se explicaba que se podía proceder al embargo y este no había respondido. De hecho, Ruiz ha añadido que se les había impedido la entrada.
Más de 150 niños, de entre 3 y 17 años, vieron este jueves como se llevaban los muebles de sus clases. Uno de los operarios ha reconocido "que la impresión fue dura". "Ver las cosas así es triste", ha indicado este operario, que ha reconocido que no hubo tensión con los profesores y que cuando acudieron a por los enseres los alumnos estaban en el patio.
Paralizar el procedimiento
Tras el embargo, la consejera de Educación, Lucía Figar, se puso en contacto con la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, y la secretaria de Estado de Empleo, Engracia Hidalgo, para tratar el conflicto generado con unos 150 alumnos.
Una deuda con la Seguridad Social fue la causante de esta situación, y, según Educación, la ministra de Empleo garantizó que se iba a paralizar todo el procedimiento hasta que finalizara el curso, el próximo mes de junio.
Horas antes, la Comunidad de Madrid ya había garantizado que todos los alumnos que lo necesitaran iban a tener escolarización en otros centros y en la medida de lo posible se iban a ajustar a las peticiones de las familias.
Estudian acciones legales
Por su parte, los padres de los alumnos de este centro, de titularidad privada, laico y bilingüe, han mostrado su indignación a las puertas del colegio.
"Cogían a los niños y les levantaban de las sillas". "El problema que tenga con la seguridad social lo tiene todo el mundo en los tiempos que corremos". "Es indignante que esto ocurra en España" han sido algunas de las quejas de los padres.
Por ello, han anunciado que estudian emprender las acciones legales correspondientes contra el centro por el embargo. "Vamos a tomar las medidas que consideremos", tal y como aseguraba la madre de uno de los alumnos.