Un 80% de las ciudades puede reducir su contaminación con medidas de protección forestal y mejoraría su calidad del agua

EUROPA PRESS 12/01/2017 12:57

El estudio 'Más allá de la fuente: los beneficios ambientales, económicos y sociales de la protección de las fuentes de agua', realizado en 4.000 ciudades, concluye que en la mitad de estas, proteger de una manera efectiva las fuentes de agua tendría un coste aproximado de 2 dólares o menos al año por persona.

El trabajo se ha realizado en colaboración con The Natural Capital Project, Forest Trends, Inter-American Development Bank y Latin American Water Funds demuestra que el hecho de proteger las tierras alrededor de las fuentes confiables de agua potable en el mundo puede generar incontables beneficios en términos de calidad, cantidad, clima y biodiversidad y mejorar las vidas de "miles de millones de personas".

Sin embargo, el documento advierte de que en la actualidad, la deforestación, las prácticas agrícolas nocivas y otros usos de la tierra provoca una degradación moderada o alta en el 40 por ciento de las áreas donde se ubican las cuencas hidrográficas, lo que implica "graves repercusiones en la seguridad hídrica".

Así, precisa que en una de cada seis ciudades, aproximadamente 690 ciudades con más de 433 millones de habitantes tendría la posibilidad de compensar en su totalidad las inversiones en conservación tan solo con los ahorros en el tratamiento de aguas.

Entre las conclusiones, se estima que aumentando entre 42 y 48 mil millones de dólares al año adicionales a lo que ya se invierte en programas como los de pago por servicios ambientales en las cuencas, se reduciría un 10 por ciento adicional los sedimentos y un 90 por ciento de los nutrientes contaminantes.

Por ello, estima que con este nivel de financiación se podría mejorar la seguridad hídrica de al menos 1.400 millones de personas si se enfoca este esfuerzo en las cuencas más costo-eficientes.

Por otro lado, además de estos beneficios, el estudio destaca también que las soluciones naturales tienen también amplios beneficios colaterales, como la captura y almacenamiento anuales de hasta 10 gigatoneladas de emisiones de carbono, si la reforestación y la protección forestal y agrícola es efectiva.

Esta cifra equivaldría aproximadamente al total de las emisiones derivadas de la combustión del petróleo de todo el mundo (10,82 GtCO2 en 2013, según la OIEA).