El ejecutivo anunció el pasado mes de agosto el cierre de esta planta, situada en la provincia de Burgos, aunque se espera que su desmantelamiento supondrá, aún, un periodo de entre diez y quince años.
AMAC ya ha planteado en varias ocasiones que es, antes de este periodo, cuando el Ejecutivo tiene que presentar planes económicos alternativos para la comarca afectada por el cierre de Garoña que, en su mayoría dependía económicamente de ella. "Tenemos miedo a la despoblación", declaró González a Europa Press esta semana.
La presidenta de AMAC, que también es alcaldesa del municipio burgalés del Valle de Tobalina, visitó el Congreso este miércoles para hablar de este mismo tema, aunque, en este caso, su exposición fue a puerta cerrada y ante la Ponencia para las relaciones con el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN).
MIEDO A LA DESPOBLACIÓN
Según explicó González la principal preocupación, actualmente, de la comarca es "la despoblación" y "lo que viene después" del periodo de desmantelamiento de la planta, cuando los habitantes de la comarca comiencen a acusar la falta de empleo.
Pero, además, desde AMAC piden al Ejecutivo que les dejen participar en el desarrollo de ese plan económico alternativo ya que, a su juicio, los ciudadanos y sus representantes son quienes conocen las verdaderas necesidades locales. Así, denunció que el cierre de Garoña fue "una decisión que se toma desde un entorno ajeno", como es "un despacho en Madrid", mientras los que realmente está a merced de esta decisión "no han tenido ninguna opinión al respecto".