Hallie no comprendía por qué su hijo se quitó la vida. Atormentada, buscó la razón por la que C.J. tomó la decisión de pegarse un disparo. Al ser un amante de las emociones fuertes, su madre creó una página de Facebook en la que pedía colaboración para que las cenizas de su hijo viajasen alrededor del mundo a aquellos lugares que nunca pudo visitar.
Desde la India hasta Jamaica, las cenizas de C.J. viajaron de la mano de aquellos a quienes donó su órgano. Además también participaron familiares de personas que también se habían suicidado al sentirse identificados con la situación.
Pero este mes de octubre, la campaña de Hallie llegó más lejos de lo que pensaba. Las cenizas del veinteañero fueron lanzadas en un cohete al espacio desde el desierto de Nuevo México y regresó a los cinco minutos, según informa CNN. Una campaña viral que cumplió el sueño del joven C.J.