El sindicato asegura que, desde las 7,00 horas, la gente se va acumulando delante de la puerta, sin que "nadie" les pueda organizar dependiendo del trámite que necesiten realizar.
En la misma línea, señala que las personas que hacen cola, que "gran parte" no hablan castellano, manifiestan que a las 13,00 horas dejan de permitir el acceso a la oficina, por lo que se han visto obligadas a volver varias veces.
Dentro de la oficina en la calle Pradillo de Madrid, CCOO destaca que "se hace evidente la falta de personal" y que "no hay" un traductor-intérprete en plantilla de inglés, francés o árabe, por lo que recurren a personas de empresas externas o de ONG que, en su opinión, "no siempre" garantizan la calidad del servicio.
El comunicado apunta que, entre finales de 2015 y principios de 2016, se contrató a 94 funcionarios interinos para reforzar la plantilla de la OAR, pero que, "en su mayoría", se encargan de la instrucción de los expedientes de asilo. Por ello, CCOO manifestó la "necesidad" de contratar igualmente personal de apoyo de otras categorías.
En este sentido, denuncia que "ni siquiera" el trabajo que se está asignando a los instructores de asilo "está bien planificado", y que los nuevos expedientes de solicitud de asilo, incluso con el informe ya emitido, "no pueden notificarse en un tiempo razonable".
El sindicato lamenta que la consecuencia de esto es la de una "larga" fila, de personas de "todas" las edades, incluyendo bebés y personas con alguna discapacidad, después de la "desesperación" que les ha llevado a abandonar sus países de origen.