La joven Casey Anthony de 26, acusada y absuelta de matar a su hija de dos años, vuelve a pisar la calle. Esta madrugada ha abandonado la cárcel de Orlando en Florida aunque poco se sabe sobre cual será su próximo destino. La cadena CNN asegura que podría establecer su residencia en la isla de Puerto Rico. Lo que si está claro es que no volverá a casa de sus padres, con quienes vivía anteriormente junto con su hija, porque no quieren verla.
Tras un juicio multitudinario y mediático, la joven Casey Anthony de 26 años fue absuelta de asesinar a su hija Caylee en 2008 y condenada a cuatro años de cárcel por mentir a las autoridades. Esta mañana ha salido del penal donde ha permanecido tres años y ha sido puesta en libertad por buen compotamiento.
Entre fuertes medidas de seguridad y escoltada por cuatro policías armados, Casey Anthony abandonaba pasados siete minutos de la media noche el penal de Orlando en el estado de Florida. Tras subirse a una camioneta con los cristales tintados partió con rumbo desconocido. La furgoneta se perdió en una importante autopista. Con paso ávido y sonriente sólo sus más allegados sabrán su destino.
El pasado viernes la cadena CNN especuló con al posibilidad de que Anthony fuese enviada a la isla de Puerto Rico, siempre con la mayor discreción. Se sabe en cambio, donde no irá: A casa de sus padres. Sus progenitores ya han expresado sus deseo de que no quieren que Casey vuelva a casa.
Sus abogados se niegan rotundamente a hacer público cual será su nueva residencia por temor a las constantes amenazas de muerte que ha recibido. ICQ